De nuevo por acá

pues ahora les comento que tengo un nuevo proyecto teatral. Se llama Curva Peligrosa y escribí una introducción la cual no irá en el proyecto pero que vale la pena publicarla.

Saludos y buena vibra!

Nuestra línea está de trabajo se ha enfocado a los jóvenes. Las generaciones han cambiado de tal manera que podemos diferenciarlas las unas de las otras. La tecnología con los mensajes de texto, los correos electrónicos, el intercambio de imágenes, acercaron a los que estaban lejos y alejaron a los que estaban cerca. Está cambiando la manera en la que nos relacionamos, en lo cotidiano y en las artes.

En la adolescencia se interrumpe la comunicación con los adultos, porque los jóvenes intentamos formar un nuevo lenguaje, inventar un nuevo “k0Dig0”. Se nos presenta una nueva visión del mundo más abierta, compartida, En línea, diferente, sin restricciones. Para los adultos sólo son 15 años, pero realmente es el inicio de la vida, de los sueños, de esperanzas de comerse al mundo de un solo bocado... ¿y te digo algo? ESO SÍ SE PUEDE.

Si tan sólo pudiéramos aceptar que nosotros tenemos tanto que aprender de los chavos como ellos de nosotros. Tenemos que acercarnos, compartir, sentir, orientarnos los unos a los otros, sin perder lo esencial, el significado inamovible de lo que la juventud significa. Si tan sólo supieran que el miedo de ellos a vivir es el mismo que nosotros tenemos al tratar de orientarlos… las cosas cambiarían.

Si logramos inspirarlos, podremos lograr mejores seres humanos. Sólo necesitamos, todos, un poco de dirección. Es por eso que decimos montar la obra de teatro Curva Peligrosa del autor Edeberto Galindo.

La obra toca el tema de la adolescencia desde todas sus aristas. El autor aborda temas tan sensibles como el primer beso, el primer amor, la amistad, la lealtad, el alcohol, las drogas, le bullying, la homosexualidad, el machismo, la violencia en el noviazgo, el embarazo adolescente, la represión, indiferencia, el abandono de los adultos y las instituciones, que parecen imposible que se vean todas en una hora con diez minutos.

Nuestro montaje está orientado al público adolescentes de las secundarias y preparatorias y por supuesto a sus padres y tutores, como campaña de prevención al abandono de los adolescentes. No se trata de aleccionar, se trata ponerse en los pies del otro, de ser empáticos y que cada quien en puede hacer su reflexión personal.

Sobre todo buscamos entablar un diálogo y debatir con el espectador sobre la situación adolescente, bajo un nuevo lenguaje, un nuevo código.

Invadir el espacio no convencional, este montaje se realizará en la calle, cerca de la escuela que nos cobije. La luz será vital en este montaje, el sonido, los pocos elementos escenográficos y la actuación, intervendrán en la creación del código.