hay cosas que no se pueden olvidar...
La primera vez que supe del golpe de estado militar chileno, fue por un cortometraje sobre un chileno exiliado en Londres, que escribía una carta a los familiares de las personas que murieron en los atentados del world trade center en esa misma fecha pero años después.
Parece paradogico, un chileno exiliado dando consuelo a personas estadounidenses que tal vez apoyaron la invación de Estados Unidos a Chile... pero el cortometraje no esta hablando de conflictos políticos sino humanos. El corto habla de nosotros, no de chilenos, ni estadounidenses. Habla de personas, habla de ti y de mi.
Ayer en clase el maestro tocó el tema del golpe militar de Pinochet, nunca creí tener una reacción tan nítida e incómoda. Cuando me pregunté el por qué me sentía así, vinieron a mi mente historias de persecuciones, de desaparecidos, de violadores, de desigualdad, de líderes que se desilucionaron a la llegada de la democracia, de la carabana de la muerte, de los sueños ilusos de la prensa libre de influencia política, de la LOCE, de la salud, del liceo que se cayó, de la desigualdad social y las pocas oportunidades, de la universidad cara, del transantiago... Me acordé de Alejandro (jano), del papá de Rodrigo, de Rodrigo, de Pablo, de Claudia, del Negro, de Acuipil, de Tía Paty, de la prima de Tía Paty, de Sara, de la bruja Faride, de lo cesantes 2012, de Paloma... de Salvador Allende y su discurso en La moneda.
Todo eso por una mención en una clase. Me di cuenta del vínculo que hice con todos ustedes. Por eso sé que somos un pueblo, que somos hermanos, y sé que nos toca salir adelante... cada quién descubrirá para que es bueno en este mundo y con nuestro trabajo en conjunto de una vez ahí vamos todos pa´ adelante.
Recordemos de donde venímos sólo para ir hacia adelante y reclamar justicia para que las futuras generaciones sepan que no hay vuelta de hoja a esas acciones.
Tal vez, mis palabras no son suficientes, pero es lo que siento, es lo quiero...
una abrazo para todos
La primera vez que supe del golpe de estado militar chileno, fue por un cortometraje sobre un chileno exiliado en Londres, que escribía una carta a los familiares de las personas que murieron en los atentados del world trade center en esa misma fecha pero años después.
Parece paradogico, un chileno exiliado dando consuelo a personas estadounidenses que tal vez apoyaron la invación de Estados Unidos a Chile... pero el cortometraje no esta hablando de conflictos políticos sino humanos. El corto habla de nosotros, no de chilenos, ni estadounidenses. Habla de personas, habla de ti y de mi.
Ayer en clase el maestro tocó el tema del golpe militar de Pinochet, nunca creí tener una reacción tan nítida e incómoda. Cuando me pregunté el por qué me sentía así, vinieron a mi mente historias de persecuciones, de desaparecidos, de violadores, de desigualdad, de líderes que se desilucionaron a la llegada de la democracia, de la carabana de la muerte, de los sueños ilusos de la prensa libre de influencia política, de la LOCE, de la salud, del liceo que se cayó, de la desigualdad social y las pocas oportunidades, de la universidad cara, del transantiago... Me acordé de Alejandro (jano), del papá de Rodrigo, de Rodrigo, de Pablo, de Claudia, del Negro, de Acuipil, de Tía Paty, de la prima de Tía Paty, de Sara, de la bruja Faride, de lo cesantes 2012, de Paloma... de Salvador Allende y su discurso en La moneda.
Todo eso por una mención en una clase. Me di cuenta del vínculo que hice con todos ustedes. Por eso sé que somos un pueblo, que somos hermanos, y sé que nos toca salir adelante... cada quién descubrirá para que es bueno en este mundo y con nuestro trabajo en conjunto de una vez ahí vamos todos pa´ adelante.
Recordemos de donde venímos sólo para ir hacia adelante y reclamar justicia para que las futuras generaciones sepan que no hay vuelta de hoja a esas acciones.
Tal vez, mis palabras no son suficientes, pero es lo que siento, es lo quiero...
una abrazo para todos
atentamente
Su amigo Juan Mexico
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saludos!